PROLOGO
Este libro está dedicado al lenguaje y al amor, o al lenguaje del amor, o al amor al lenguaje ¿Será todo lo mismo?
Contiene distintos trozos de mi vida, poesías o escritos de diversas épocas, algunos muy viejos y otros demasiado recientes.
Pero aunque nuevo, el amor siempre es una experiencia antigua, quizá no podamos hacer otra cosa que recordar.
El amor nuevo mueve y conmueve los antiguos surcos que dejaron los viejos y si así lo hace -y enhorabuena que lo haga- lo hace por la única vía posible o conocida en los seres humanos, que es el lenguaje.
Por eso es que este libro pretende -ambicioso- explorar ambos territorios: la fértil aunque tormentosa comarca del amor y el árido distrito del lenguaje.
Recorren este texto las más diversas producciones en cuanto a formas y estilos.
Con respecto a la temática podrían agruparse en torno a dos preguntas: ¿por qué escribir? y ¿qué es el amor?
No intento dar respuesta a estas preguntas ni mucho menos; se trata, en ambas, de tareas imposibles para el género humano, sólo pretendo compartir las particularidades de mi contingencia en ambos temas y decir -nada nuevo, por cierto- sino hablar de algo que por ser tan antiguo es eterno.
Y como dijo el maestro -J.L.Borges-: "Ojalá seas el lector que este libro aguardaba".
Descripción de los efectos de la A (la letra) sobre mi cuerpo
La forma de la letra A procede de un jeroglífico egipcio que representaba la cabeza del buey Apis. Los fenicios y hebreos la llamaron aleph, que significa buey, porque recuerda remotamente la cabeza de ese animal. Los griegos la denominaron alpha y los romanos la nombraron como definitivamente se la conoce: A.
Hoy soy A. Ya fui A en otros tiempos, pero también fui B y hoy vuelvo, sobre mis pasos, que ya no son míos, y vuelvo a ser A.
No sé qué efectos tendrá todo esto sobre mi cuerpo, sobre la síntesis de proteínas o los procesos enzimáticos intracelulares o la inhibición o recaptación de algún neurotransmisor. Todo es muy completo. Complejo. Como el aleph de Borges, que se lo robó a los fenicios. Algo infinito que contienen siempre las primeras letras de todo abecedario.
Alfa y Omega dice una traducción no muy creíble del Nuevo Testamento.
A, apenas a, hacia dónde quieres ir, ante tales circunstancias, a lo hecho, pecho.
A lo mejor puedes
atar los cabos sueltos y
agasajar al ejército de letras
que te arrullan y atormentan.
Ahh... y me olvidaba
a veces adoleces de todas las
demás, vocales y consonantes,
si sólo tienes una A
Ay... (de mí y de ti)
hay ya bastante.
Dedicado a todas las personas que amé
y amo en este mundo.
A
A de arroba.
¿Alguien sabe lo que es una arroba?
Sí, me van da decir ese signito así: @
Sí claro ya lo sé, pero de dónde salió
"ese signito así: @"
Quién lo inventó o a qué ¿alfabeto? pertenece.
No, no les hablo de este desconocido signo virtual.
¿Cuánto pesa una arroba?
Mi pobre diccionario, que no es cibernético,
sí lo sabe y me dijo:
"Pesa 25 libras,
lo que equivale a 11 kilogramos y 502 gramos."
¡Qué tal!
Pero no, tampoco les hablo del peso de las arrobas
sino apenas de esa otra letra;
la a que da comienzo a algo
que quisiera nunca tenga fin.
A: primera letra y primera de las vocales
del abecedario castellano; vocal fuerte.
De estas pobres aes les hablo,
de apenas que dan pena,
de amor que a veces también da muchas penas,
de alas y artimañas,
de andanzas y avatares.
Así
ando arrobado y arrebatado
en alas del amor,
antojado de aventuras antiguas
alisto al artillería de los adjetivos,
de los adverbios y de los amantes,
añoro un abrazo de tus brazos
y me voy con las letras que siguen
-que son muchas-
pero no bastan para decir lo que hay
en el amor.
A de más, siempre se quiere más, un poco más.
A de antorcha que arde.
A de agua que apacigua.
A de amanecer amanecido.
A de amante que aguanta.
A de alabarda que alancea.
A de albergue aparecido.
A de artífice amanuense.
A de azahar y azaleas.
A de ayuntamiento y ayuno.
A de amor que atizas mis adormecidos argumentos.
Ay que aprietas aprisa y a priori.
Ay amor aguerrido que no afloja.
Ay amor asestado
abatido abdico averiguar
si eres el acertado.
Ay amor atropellador y atrevido
audaz y atractivo
arriesgado y altivo.
Ay amor has abonado mi vida.
Pero ay amor, ten cuidado
porque con esta a que hoy te nombro
también te puedo convertir en abominable
y aborrecible,
abúlico, aprovechador, angosto,
amilanado, anticuado y
archivado.
Hay amor, ay... amor.
Sobre mí
Mi obra no tiene orden
al menos no el cronológico
sino que desordenada por el caos
del tiempo y del amor
encuentra en estos dos
significantes
-el tiempo y el amor-
un tercero que le da cuerpo
corpus de obra:
el escribir
el amor, la escritura y
el tiempo
nadie piense que de allí puede
surgir algún orden
"... me desordeno, amor, me desordeno..."
Carilda Oliver Labra
En un viaje por Cuba la conocí a Carilda, la conocí es una forma de decir ¿se puede conocer a una mujer? supe de ella por sus poemas recitados por el calor de las bocas del pueblo, la supe viva; luego adquirí un libro, de los pocos que se pueden comprar en Cuba, y casi no lo leí. Preferí que quedaran en mi memoria olvidadiza los relatos fuertes contados por quienes quizá tampoco nunca la conocieron, y su frase "...me desordeno, amor, me desordeno..." iterativa hasta el cansancio intenta en cada repetición producir un nuevo orden, el del amor, que sale del orden de lo previsible y esperado pero también "...me desordeno, amor, me desordeno..." abdico a la sagrada orden para abocarme de lleno a los mundanos placeres, no por ello menos sagrados "...me desordeno, amor, me desordeno..." dejo de lado todos los votos y promesas de castidad y obediencia para ser sometido solo a la pasión más desenfrenada "... me desordeno, amor, me desordeno ..." para ser tuya, para ser tuyo ... para ser tu yo y quizá así dueño/a de mi mismo/a.
Tras correr tantos
años
en pos de todo
¿en pos de qué?
ya hice ¿tanto?
ahora queda
solo un enorme
vacío
la nada nata
del transcurrir
¿Alguna vez noviembre llegará?
año a año salta el
calendario
de octubre directo a
diciembre
el fin repentino
de todo
del año
noviembre el mes
interdicto
del amor
escaso
¿Verano de amor?
Grandes nubarrones negros
sobre la ciudad
descargarán su ira.
En el libro de la vida
-que en sueños he leído-
nuestro amor
ya estaba escrito.
Crucificado
estaqueado por
uno de tus besos
he quedado
boquiabierto
ante el mundo
este mundo
que me ve y no
sabe de mi amor
por ti.
Pienso en ti y sufro
porque no sé
si piensas en mí.
De alguna manera
no sé ni dónde ni cómo
estoy, me siento,
orgulloso de estar
enamorado.
Encontré el sentido de mi vida,
mi ilusión y mi sortilegio.
Hasta aquí debí llegar
tanto necesité endurecerme
el amor es voraz,
no es para cualquiera
no es para los débiles
sea hoy mi estandarte.
El mítico momento,
que no significa nada
llega, faltan apenas unas horas
lo único que espero es que te acuerdes
de llamarme,
a ti hoy te toca
yo lo haré mañana
así es como
¿lo hemos convenido?
Quien hubiera dicho
que este momento llegaría.
La "soledad sonora"
de tu nombre
te ha convertido en
mi "enemigo íntimo".
Me faltan ya las palabras
tendré que volver
a crearlas
a criarlas y
a criarte.
Me he mudado a un territorio
extraño.
Siempre fui un extranjero
en el país del tiempo
y ahora que quizá he retornado
a mi patria
también soy un extraño aquí,
en esta tierra
desconocida,
la tierra de lo eterno
es decir el país del Amor.
Me siento como perdido
no hay días ni noches
(en que no te recuerde)
aquí no existe el
tiempo,
solo existe tu voz
-si me llamas o si no-.
Perdido y extraviado
como quien nace de nuevo
en otro mundo
-que es el mismo-
pero donde todo es distinto
me encuentro y me
pierdo.
He decidido hacerme de un
maestro, un lazarillo
de estas tierras conocido.
Antonio guíame -le dije-
sin decir palabra, con Gala
hizo una reverencia, indicándome
que aceptaba su cargo.
Conoceré mi mundo, la
tierra tan temida y deseada.
Trataré de ser fiel y relatar
cada detalle, cada mínima
circunstancia, todo esto
que los ojos humanos no pueden ver
mas siempre han añorado.
Debo partir.
Noviembre
Noviembre fue el mes elegido desde toda la eternidad para que llegaras a mi vida. ¿Por qué nadie lo sabe? ¿Por qué noviembre? Tampoco.
Toda época es propicia pero el destino (o la fuerza del azar) quiso que fuera noviembre el mes elegido.
Y la forma, vaya la forma, por Internet nos conocimos.
Ha quedado un recuerdo
en mis oídos
que resuena y retumba
no es una palabra,
ni tan siquiera una
sílaba
es solo un sonido
informe
una marca (de las que usas)
el gutural timbre de tu voz
que me despierta
cada mañana.
Nada suena más bello
ni más impreciso.
Llueve fría el agua,
la tarde de estío ha
dado lugar a la estrepitosa
lluvia
que cae sin piedad
sobre la tierra
caliente.
Abandonaré mi
cuerpo a este
inesperado temporal
que lo bañe y purifique
para el momento
del añorado encuentro.
Te estoy esperando
espero tu regreso
aunque ya nunca
vuelvas.
Cada orificio-hueco de mi ser
recuerda lo que has hecho
con él.
Como el cauce roto e ignorado
que luego del desvergonzado temporal
vuelve a nacer.
Cada pliegue, cada línea
por donde pasaste tus manos
se convirtieron en los meridianos
de mi vida,
las coordenadas que me ubican
y te nombran.
Al fin mi cuerpo sirve
para algo.
He sentido el sentido que
le han dado tus besos
embriagado ando
y sigo esperando.
La lluvia no amaina
ni avizora en detenerse
como este mi corazón
que palpita y late
hasta no tenerte.
Ya vendrá el día en que
vendrás y
sin saberlo siquiera
sin saber si quieres
te quedarás.
Llueve y yo sigo
aquí con la tormenta
el tormento
de tu ausencia.
Has arrasado los surcos
de antiguos amores
que hoy ya no sangran
sino solo por ti.
Tierra arada es mi vida
presurosa de recibir
-después de esta necesaria lluvia-
la simiente que
produzca y fructifique
y me haga florecer.
[En la mitad de su vida
no supo que se estaba convirtiendo
en un vegetal
que vive de suspiros y caricias,
que lo mece el viento
y hasta la más pequeña brisa,
expuesto a todo tipo de tempestades
(quizá) supo el sabor del lodo
y vio la luz del sol]
-Está queriendo parar de llover y yo ver.
-No, para nada. Una vez que
comienza ya nunca más
termina.
Homenaje a Benedetti
Ni táctica ni estrategia
el amor no me da tiempo
a nada,
ni a pensar, ni a idear
ningún plan.
Amarte sin reglas, sin medida
sin táctica ni estrategia
sin poder hacer nada para que
estés conmigo.
Un corazón destrozado
por la flecha de Cupido.
Un alma que adolece de
todo sentido
así me ha dejado
el amor ido.
Desnudar
Las marcas del amor
trazos indelebles
que deja sobre el cuerpo
sobre todos los sentidos
sobre todo lo sentido.
Marcas indescifrables
como las de una escritura
ignota que solo
conocieron los amantes
en su lecho.
Marcas imborrables y
solo visibles a los ojos del alma.
Las marcas que deja el
amor que se va
no son más que las heridas
que existen en todos
nosotros
y que solo por amor
nos atrevemos a mirar.
Solo una espera es verdadera
en esta vida
Aturdido por el paso
del amor
a-mi-lado
he quedado
Amoratados los labios por un beso
-a decir verdad por su exceso-
quedo tieso esperando tu regreso.
Mas le cabe a un alma sola
la espera
de quien no sabe ni supo nunca
con quien estuvo
Soberbia
Donde quiera te encuentres
-si algún día te encuentras-
sabrás lo que has perdido.
No puedo contar contigo
hoy solo cuento
el cuento de
mis sentimientos.
El amor es arrebato
insoslayable
pero también es decisión.
El amor no es para los indecisos
que solo pueden sentir
los arrebatos de la pasión.
El amor es la rúbrica
de mis sentimientos.
Todos los sentimientos
son una mentira.
Pero el amor es el que
los hace verdaderos
es la firma que le pongo,
cuando afirmo, lo que quiero.
Deja así de ser un mero
senti-miento
para convertirse en el
ejercicio anuente del acto
donde las partes contratan libremente.
Aunque solo yo sea "la parte"
con el consentimiento de mí mismo
doy fe de lo que siento.
Muy adentro mío
soy testigo lego
de este mi tormento.
Negra negra la página negra
el corazón enjuto de tanto
dolor.
Sobrio el atuendo del duelo
expresa mi amor.
Abarrotados los anaqueles
de libros
que no me explican
ni dicen tu único nombre
amor.
Negra negra la página negra
agrego a todas las bibliotecas
un oscuro volumen
que hable de este amor.
Amoríos varios
-cómplices fortuitos-
réplicas de la nada
me mantuvieron entretenido
por años y años.
Ya no río sino
me espanto
cuando presiento
las cercanías de tu presencia.
Ríe el río
mas no se espanta
sabe que sus días le alcanzan.
Mas yo que te pienso
eterno
cuándo,
cuánto me falta.
Sigo, sigo insistiendo
¿resistiré
seguir sin ti?
A veces quisiera no haberte
conocido nunca.
No haber Abierto
tu Meticuloso libro
nO haber descifrado
los signos de tu pResencia.
¿Por qué amor?
Avanzas
aMedrentas
Osas
y Ríes
Un banco del parque
-de una plaza-
de esta ciudad
de este mundo
para siempre quedó
marcado
con tus lágrimas
y las mías
que por única vez
-abrazados-
lloramos juntos.
No hay plaza
no hay ciudad
no hay mundo
sin ese banco.
Llegará el día
en que la ciudad
será arrasada
el mundo destruido
ni tú ni yo existiremos
pero ese banco
corroído por el tiempo
-y por nuestras lágrimas-
dirá lo que hoy
no podemos.
Puedo escribir y llorar
escribir versos de sangre
y llorar cantos de ausencia.
¿Dónde estás si ya has llegado?
¿Ocupado en qué quehaceres te encuentras?
¿Sabré si me quieres?
Deshojando margaritas
te llamo
disco y espero
no seas el equivocado.
A de altibajos atuendos
adormecido ahínco
arranca de mi adentro
años de añoranza
y ausencia.
Como en los viejos tiempos
duermo con un cuaderno y una
pluma a mi lado
dispuesto a cazar un sueño.
A sorprender a un duende en
penumbras
a atrapar lo que no ven
los ojos cuando duermen.
Duermo -si es que duermo-
rodeado de mis armas
siempre bien dispuesto
a combatir la soledad
que ataca de improviso
y por todos los flancos.
Dispuesto como el guerrero
-que se lo entierra con su
espada- a luchar
en el combate verdadero
por toda la eternidad.
Pongo mi mano al servicio
de la pluma ciega
que intentará describir
las marcas del amor
las huellas que me ha dejado.
¿A dónde conducen estos pasos?
Mi mano sorda intentará
escuchar lo que le dicto
mientras, recuerdo el tiempo
de las caricias.
¿El amor siempre es
un recuerdo?
-A veces solo
un mal recuerdo.
Virgen de amor
Endiablada divinidad
a quien elevo mis ruegos
y de quien recibo mi castigo.
Extraña deidad
a la que he comenzado
a rendirle culto
su figura sin forma
me atrapó con un gesto
o una mirada.
Macabros monaguillos y
acólitos la acompañan
la cohorte de los desesperados
enamorados
que gimen y suspiran
ante la forma de su antebrazo
o gozan voluptuosamente
cuando se les permite besarle
el codo
(ella es virgen Uds. deben entenderlo)
Virgen de amor yo me encontraba
en mi monótona vida
cuando te conocí
y ahora soy un abúlico
que ya no domina sus pensamientos
y gimotea por los rincones
haciendo todo tipo de ofrendas y ofertas
a la espera de un anuncio
una llamada o una mirada
con el rabillo del ojo (al descuido)
que me permita seguir
creyendo-mintiendo
que es para
mí.
Algún día quemaré tu culto
destruiré todos tus altares
para que ya nadie te conozca nunca
y para tenerte
solo para
mí.
Virgen de amor me encontraba
cuando te conocí
todo lo tenía (solo me faltabas tú)
y hoy he sacrificado todos
mis bienes -mi cuerpo y mi alma-
(¿acaso se poseen otras cosas?)
en pos de tus ojos
(aunque muchos sostienen que eres ciega)
incapaz de verme me tratas
como a cualquiera
te daría mis ojos para que me vieras
y sepas lo que sufre el alma
cuando no es mirada
sufre los humanos pesares
que me haces padecer.
(Aunque no lo quiera
-sé que algún día-
te destruiré).
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