thirteen ways of looking at a blackbird
trece formas de mirar un atardecer
I
Among twenty snowy mountains,
The only moving thing
Was the eye of the blackbird.
Entre veinte montañas nevadas,
lo único que se movía
era el ojo de un mirlo.
Entre veinte montañas lejanas
lo único que se movía
era la quietud del atardecer.
II
I was of three minds,
Like a tree
In which there are three blackbirds.
Yo tenía tres pareceres,
como un árbol
en el que hay tres mirlos.
Yo tenía tres opiniones
como una tarde
con tres atardeceres.
III
The blackbird whirled in the autumn winds.
It was a small part of the pantomime.
El mirlo giraba con los vientos otoñales.
Era una pequeña parte de la pantomima.
El atardecer volaba con el viento otoñal
ese era su baile.
IV
A man and a woman
Are one.
A man and a woman and a blackbird
Are one.
Un hombre y una mujer
son uno.
Un hombre y una mujer y un mirlo
son uno.
Un hombre y una mujer
son muchos.
Un hombre y una mujer y un atardecer
son miles.
V
I do not know which to prefer,
The beauty of inflections
Or the beauty of innuendoes,
The blackbird whistling
Or just after.
No sé qué elegir,
si la belleza de las inflexiones
o el encanto de las insinuaciones,
el mirlo silbando
o justo el después.
No sé qué elegir
si la belleza de las mañanas
o el encanto de las noches
o el atardecer sibilando
y todo lo que viene después.
VI
Icicles filled the long window
With barbaric glass.
The shadow of the blackbird
Crossed it, to and fro.
The mood
Traced in the shadow
An indecipherable cause.
Carámbanos llenaron el ventanal
con cristales bárbaros.
La sombra del mirlo
lo cruzó, de un lado al otro.
El sentir
trazó en la sombra
una causa indescifrable.
La lluvia azotaba el ventanal
la sombra del atardecer
lo atravesaba de lado a lado
un sentir indescifrable
no revelaba su motivo.
VII
O thin men of Haddam,
Why do you imagine golden birds?
Do you not see how the blackbird
Walks around the feet
Of the women about you?
Oh delgados hombres de Haddam
¿Por qué imagináis pájaros dorados?
¿No veis cómo el mirlo
camina alrededor de los pies
de vuestras mujeres?
Ay... hombres ingenuos de las pampas
¿por qué imaginan atardeceres pobres?
¿no ven acaso cómo el ocaso
se esparce a los pies de todes?
VIII
I know noble accents
And lucid, inescapable rhythms;
But I know, too,
That the blackbird is involved
In what I know.
Conozco los nobles acentos
y los lúcidos e inevitables ritmos;
aunque sé, también,
que el mirlo está involucrado
en lo que conozco.
Conozco las nobles canciones
con sus ritmos y sus cadencias
aunque sé también
que el atardecer está involucrado
en eso que admiro.
IX
When the blackbird flew out of sight,
It marked the edge
Of one of many circles.
Cuando el mirlo voló fuera de mi vista,
marcó el límite
de uno de tantos círculos.
Cuando el atardecer desapareció de mi vista
marcó el límite
de una de las tantas noches.
X
At the sight of blackbirds
Flying in a green light,
Even the bawds of euphony
Would cry out sharply.
Ante el espectáculo de los mirlos
volando en la luz verde,
incluso los pillos de la eufonía
gritarían agudamente.
Ante el espectáculo del atardecer
volando entre luces mortecinas
incluso los dueños de la música
gritarían desesperadamente.
XI
He rode over Connecticut
In a glass coach.
Once, a fear pierced him,
In that he mistook
The shadow of his equipage
For blackbirds.
Él cabalgaba por Connecticut
en un carruaje de cristal.
Un día, un miedo lo atravesó,
cuando confundió
la sombra de su equipaje
con mirlos.
El atardecer recorría todo el país
en un carrusel de cristal.
Cuando muerto de miedo
él confundió su vida
con aquel ocaso.
XII
The river is moving.
The blackbird must be flying.
El río se mueve.
El mirlo debe estar volando.
El río siempre está en movimiento
y el atardecer debe seguirlo.
XIII
It was evening all afternoon.
It was snowing
And it was going to snow.
The blackbird sat
In the cedar-limbs.
Fue de noche toda la tarde.
Estaba nevando
y seguiría nevando.
El mirlo se posó
en las ramas del cedro.
Fue de noche todo el día
llovía
y seguía lloviendo
hasta que el atardecer
posó su manto
sobre las flores de los cerezos.
El presente trabajo se inspira en el libro de María Teresa Andruetto ilustrado por Cecilia Alfonso Esteves, Trece modos de mirar a un niño; a través del cual conocí el poema de Wallace Stevens, Trece formas de mirar un mirlo.
Comments